La época de Navidad es el tiempo en el que «todo vale». Entramos en una espiral de deliciosos productos típicos, en la que no dejamos de comer como si no hubiera un mañana. Asumiendo que eres como el resto de mortales y tu fuerza de voluntad no es a prueba de hierro, vamos con unas pequeñas recomendaciones para volver a la normalidad e intentar pasar con éxito esta resaca gastronómica:
- Muévete: Simple, pero efectivo. Seguro que en estas fechas has dejado de entrenar o de ir a caminar tanto como solías hacerlo, por muchos motivos (cuestionables todos ellos). Este el punto de partida. Aparca más lejos cuando vayas al trabajo, así te obligas a caminar un poquito cada día; sube (o, al menos, baja) las escaleras para llegar a casa; sal de casa con la familia al parque (momento perfecto para compartir tiempo con ellos y hacer alguna actividad juntos).
- Come más sano: Puedes hacer algún ayuno para intentar mitigar la sensación de empacho, pero el simple hecho de volver a comer de forma controlada te ayudará (puntos extra si dejas los refrescos, los azúcares refinados, los fritos, la bollería…).
- Bebe agua: Vuelve a hidratarte sin ayuda de ningún tipo de azúcar añadido. Sólo agua, no necesitas nada más.
Y, si de verdad quieres ponerte manos a la obra e intentar mitigar un poco el daño que le hemos hecho a nuestro organismo en la temporada navideña, puedes probar a realizar la siguiente rutina. Es sencilla, pero muy efectiva, y te llevará poco tiempo:
- Jumping Jacks: Abrir y cerrar brazos y piernas en el sitio.
- Sentadillas: Sentarse y levantarse de una silla.
- Flexiones de brazos: En el suelo o en una superficie elevada, tipo mesa.
- Paso profundo o lunges: Dar zancadas de manera alterna, buscando una flexión de 90 grados cuando estemos cerca del suelo.
- Tracciones: Si hay una barra mejor, aunque hasta el borde de una mesa nos puede servir para acercar el pecho, traccionando con los brazos mientras mantenemos el cuerpo recto.
Hay que hacer esta secuencia de ejercicios durante 60 segundos, descansando 30 segundos entre uno y otro. Repetimos 3 veces cada sesión… ¡y a la ducha!
¿Quién nos dice que éste no puede ser el momento ideal para empezar a movernos un poco más y a cuidar nuestra alimentación?
Guillermo Martínez Serrano - Entrenador en Sanaya